Hoy en día, la auditoría financiera es de gran utilidad para startups y pymes, ya que avala la fiabilidad de sus Estados Financieros. Contar con un auditor que emita un juicio de valor sobre la veracidad de las Cuentas Anuales y que al mismo tiempo ayude a mejorar el control interno es de gran apoyo para la gestión de la Sociedad.
La auditoría financiera, también conocida como auditoría de cuentas, es un proceso de revisión de los estados contables de la empresa realizado por un experto independiente (el auditor). El auditor, en la revisión de los Estados Financieros de la Sociedad auditada definirá un conjunto de procedimientos que le permitirán emitir un juicio de valor en forma de informe donde pondrá de manifiesto si las Cuentas Anuales de la Sociedad auditada reflejan la imagen fiel de la compañía.
¿Para qué se utiliza el informe de auditoría?
Una auditoría financiera cumple con la función necesaria de garantizar que una empresa no solo sea fiable en sus informes financieros, sino que también sirve para comprobar que las operaciones de la empresa funcionan según lo estipulado.
La información económica que se obtiene después de realizar una auditoria financiera, será la base para futuras tomas de decisiones. Quienes utilizarán la información auditada serán los accionistas, empleados, inversores, clientes, proveedores, entidades de crédito, etc.
Se puede decir que una auditoría es también una evaluación independiente de la situación financiera de una compañía que tiene el fin de asegurar que las declaraciones que haga la empresa sean una representación justa y precisa de su posición empresarial.
¿Qué garantiza la auditoría financiera?
La auditoría financiera nos asegura que la información elaborada está exenta de errores materiales que pudieran conducir a modo de ejemplo a que la Dirección de la sociedad tome decisiones erróneas, a que potenciales inversores realicen inversiones con una información financiera insuficiente o incorrecta, a que proveedores / clientes inicien una relación con la sociedad auditada sin tener un conocimiento de la situación financiera real de la misma.
Existe un principio máximo que nos garantiza la auditoría financiera: Máxima transparencia de cara a los socios o accionistas de la empresa.
Generalmente, las empresas suelen experimentar beneficios inmediatamente después de tener una auditoria financiera. Seguidamente vamos a explicar los más habituales:
Principales beneficios de realizar una auditoría financiera:
El auditor, es una ayuda más para la pyme, ya que detectará los errores u omisiones y se los comunicará a la empresa. Además, también diagnosticará posibles situaciones de fraude. Si los errores son de cierta importancia, el auditor propondrá ajustes y reclasificaciones para subsanarlos, y si la empresa los acepta y los hace suyos, estará presentando unas cuentas anuales que reflejan la imagen fiel de la compañía y que estarán respaldadas por la supervisión y aceptación de un auditor.
El principal beneficio de una auditoría de cuentas será la posibilidad de corregir o mejorar cualquier proceso erróneo detectado por el auditor durante la realización de la auditoría.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de las empresas dependen de sus finanzas a la hora de calcular las declaraciones de impuestos, si se parte de unos datos financieros erróneos, las declaraciones se consideraran erróneas, lo cual nos podría suponer sanciones tributarias. Por lo tanto, si sometemos nuestras cuentas a una auditoría financiera antes de presentar la declaración de impuestos, podremos evitar potenciales contingencias fiscales.
Además de dar su opinión sobre los estados contables de la sociedad auditada, el auditor va a ayudar a clarificar la información contable, consiguiendo que ésta tenga mayor fiabilidad ante terceros. El auditor también aconsejará y ayudará a la empresa en el tratamiento contable adecuado de sus principales operaciones. Por lo tanto, someter la empresa a este proceso también sirve para realizar una formación al personal encargado de realizar las cuentas.
A su vez, el auditor también realizará recomendaciones, en el caso de existir posibilidades de mejora en los procedimientos llevados a cabo, con el objetivo de fortalecer los controles internos de la entidad.
Otros beneficios que surgen de una auditoría financiera
Someter a auditoría nuestra sociedad (pyme o startup) nos ayudará a conseguir financiación externa por parte de entidades financieras e inversores al poder depositar por parte de éstos (inversores, entidades financieras, organismos públicos,…) una mayor confianza en la fiabilidad de las Cuentas Anuales de la Sociedad.
A su vez, realizar una auditoría financiera puede educar a los socios / accionistas / consejeros sobre la importancia de la información contable de las empresas.
En cuanto a los beneficios a largo plazo de hacer una auditoria financiera encontramos que supone una garantía a la Dirección y al consejo de administración de que los controles contables y procesos utilizados son eficaces. Por lo tanto, de esta forma se genera mayor confianza en la empresa por parte de los inversores, los accionistas, los reguladores y el público en general.
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